“Quando ero piccola, mia madre aveva una farmacia di fronte al “Parque Hidalgo” e  nel pomeriggio uscivo a giocare a calcio con tutti i bambini del blocco”.
Nasce così, per gioco, la passione per il calcio della messicana Angjlui Ladrón.
“Dal primo giorno, e non ricordo il perché, sono rimasta in porta”.
E’ un ruolo, quello del portiere, che devi sentirti cucito addosso e, a Anjuli Ladrón, quel ruolo gli era congeniale, inoltre, ad ispirarla è stato: “Il cartone animato giapponese “Supercampeones”, mi ha ispirata molto. Mi piaceva essere speciale ed essendo l’unica ragazza che giocava a calcio a Puerto Vallarta, giocare in porta mi rendeva, doppiamente, tale. Sono molto grata ai miei genitori che mi hanno sempre incoraggiata e supportata”.
Ed ecco che a 6 anni i genitori decido, pienamente, di assecondarla: “Mi hanno iscritta nella scuola di calcio affiliata all’Atlas (squadra messicana professionista – ndr) e, naturalmente, ero l’unica ragazza”.
In Messico, però non è stato semplice arrivare a formare una Lega femminile: “Il “boom” del calcio femminile è arrivato anche in Messico e con la creazione, due anni fa, della Professional League, il calcio rosa ha ottenuta una buona visibilità”.
Ma la sua passione, per il calcio, si può dire che è una passione fortunata, infatti, ci racconta Anjuli Ladrón: “Quando ho iniziato a giocare ho avuto la fortuna di avere l’incoraggiamento dei miei genitori ma conosco casi di ragazze alle quali è stato proibito di giocare. Penso che questa situazione stia cambiando anche da noi anche se nulla viene realizzato dall’oggi al domani. Credo che ci sia ancora molto da lavorare per migliorare la visibilità di tutto il panorama calcio femminile mondiale anche se credo che sia la scommessa migliore, da fare, per il futuro”.
Il suo sogno?
“Andare alle Olimpiadi non sarebbe per niente male!”
Chiedete ad Anjuli Ladrón chi sono i suoi calciatori preferiti, lei vi risponderà in questo modo: “Jorge Campos e José Luis Chilavert. Campos è un’icona del calcio messicano. Quando ero piccolo il mio sogno era giocare con lui. I portieri hanno sempre “qualcosa di speciale”, qualcosa che ci rende diversi. Chilavert era considerato il miglior portiere del mondo e poi la bellezza di segnare un gol e, nello stesso tempo, essere l’eroe facendo grandi parate. Immensa emozione!”.

I suoi ricordi e le sue gioie sportive le racconta così: “Ci sono 2 momenti che ricordo con grande affetto. Il primo è il secondo posto alla World University 2013 a Kazan, in Russia. Il risultato nella finale contro la Gran Bretagna non riflette affatto l’andamento della partita. Eravamo una squadra dentro e fuori dal campo. È stato un torneo molto bello in ogni senso. È stata la prima medaglia messicana per uno sport di squadra. La seconda emozione è la vittoria degli Euro Winners l’anno scorso”.

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“Cuando era pequeña, mi mamá tenía una farmacia frente a un parque llamado “Parque Hidalgo”; y por las tardes, yo salía a jugar futbol con los niños de la cuadra”.

Así nació, por diversión, la pasión por el fútbol de la mexicana Anjuli Ladrón: “Desde el primer día, y no recuerdo por qué, me quedé en la portería”.

Siendo portero, estás expuesto a situaciones desafiantes; sin embargo, para Anjuli, ese papel fue agradable: “La caricatura japonesa” Supercampeones “me inspiró mucho. Me gustó ser especial y ser la única niña que jugó fútbol en Puerto Vallarta, jugar en la portería me hizo doblemente así. En una ocasión, unos turistas me compraron unos tacos a mí y a mis amigos, ¡por hacer 100 dominadas (golpes seguidos al balón sin tocar el piso)!”.

“Estoy muy agradecida con mis padres, que siempre me alentaron y apoyaron. A los seis años, me inscribieron a una escuela de futbol filial del Atlas (equipo profesional de México), y claro, ¡yo era la única niña!”.

Sin embargo, no fue fácil formar una liga femenina en México: “El ‘boom’ del fútbol femenino también llegó aquí, y con la creación de la Liga Profesional, dos años atrás, se ha logrado una buena visibilidad”.

Pero se puede decir que su pasión por el fútbol es una pasión afortunada, de hecho, Anjuli nos dice: “Cuando comencé a jugar futbol, tuve la fortuna de contar con mis papás, pero sé que no ha sido igual para todas. Conozco casos donde les prohibían jugarlo, porque ‘el futbol no era para niñas’. Creo, en la actualidad esa situación ha ido cambiando; incluso, creo que hoy, vivir del futbol, siendo mujer, ya no es una fantasía. Claro, nada se logra de la noche a la mañana. Aún queda muchísimo por crecer en el futbol femenil, por darle visibilidad, por apoyar, pero es la gran apuesta hacia el futuro”.

¿Su sueño?:
“¡Ir a los Juegos Olímpicos no sería malo, en absoluto! También tengo pendiente ir a un Mundial de Futbol de Playa, y jugar la liga Italiana de futbol de playa”.

Pregúntale a Anjuli Ladrón quiénes son sus jugadores favoritos, ella te responderá así: “Jorge Campos y José Luis Chilavert. Campos es un ícono del futbol mexicano. De pequeña, mi sueño era jugar con él. Los porteros tenemos siempre este distintivo, esta “cosa especial”, algo que nos hace diferentes. ¿Y qué más que los trajes coloridos de Campos para querer ser como él? Por otro lado, a Chilavert lo consideraba el mejor portero del mundo. La dualidad de ambos de ser porteros atacantes, meter goles y, a la vez, ser el héroe haciendo grandes atajadas. Me encantaba ver jugar a los dos”.

Recuerdos y alegrías deportivas de Anjuli: “Hay dos momentos que guardo con muchísimo cariño, no sólo por el resultado obtenido, sino por el trabajo que se realizó para lograrlo. El primero: el subcampeonato en la Universiada Mundial 2013, en Kazán, Rusia. El resultado en la final contra Gran Bretaña no refleja en absoluto lo que fue el partido, ni lo que fue nuestro torneo. Éramos un equipo dentro y fuera de la cancha. Fue un torneo muy bonito en todos los sentidos. Cuando todos en el equipo tienen el mismo objetivo y trabajan parejo, los resultados llegan. ¡Fue la primer medalla mexicana para un deporte en equipo!

Y el segundo éxito, sin duda alguna, conquistar la Euro Winners, el año pasado. El haber podido contribuir, estando en la portería en los tiros penales le da un ‘sabor extra’. Pero, también, la oportunidad de jugar con AIS Playas de San Javier, rodeada de gente super talentosa, y que me dio la confianza para estar ahí. Tan sólo de recordarlo, me da mucha alegría”.

Su mayor motivación:
“No hay mayor orgullo ni motivación que poder representar a mi país y dar todo por dejarlo muy en alto. No sé si algún día las circunstancias se den, pero añoro muchísimo ese momento. Y a nivel de clubes, en realidad no existe ‘un equipo’. Quisiera jugar futbol de playa en muchos países, conocer las ligas europeas de Italia, Rusia, Inglaterra, Suiza… ¡Si por mí fuera, jugaría todas todos los veranos!”.